miércoles, 28 de diciembre de 2011

Luna

Hace una semana mi perra Luna se fue a la luna.
Desde chica me fascinaba un cuento que tenia una luna dibujada con cara y ojos y nariz y un trencito que le pasaba por la cabeza.
Estuvimos juntas 14 lunas. No se contar las lunas por anio.
En la perrera mi hija Juana eligio a la mas negrita, era ella.
Malena  era la que mas la cuidaba, miraba con detalle.
Vivia afuera en la calle, dormia en el patio.
La  lunita blanca abajo del cuello es una marca de muchos perros negros.
Miraba distinto o me miraba distinto. Reconozco su mirada en la foto.

Cuando me olvidaba de darle de comer cazaba palomas. Era fuerte y alegre.



Demasiados momentos juntas.
Hace calor y la extrano.

4 comentarios:

Ana Miravalles dijo...

qué pena, Luna, era muy linda.
besos

Natalia Martirena dijo...

Si Ana y no sabes como se siente su ausencia, estoy triste

Néstor Pérez Vidal dijo...

Siempre hay un puente que nos une a cosas que han quedado atrás que no se derrumba nunca.
Y no nos deja caer porque adelante hay otras cosas a las que llegar.
Y arriba sigue estando un sol.
Y está tu Luna.

Cómo no extrañar una mirada así.

Un abrazo.
Néstor

Natalia Martirena dijo...

gracias Nestor, tus palabras son un regalo