sábado, 19 de junio de 2010

Cicatriz famosa






Hoy estuve en el Museo de Ferrowhite charlando con un bombero de Ingeniero White y me dijo:

"hace 35 pirulos que hago esto y nunca me voy a jubilar, me apasiona. De fondo tenía un montón de mangueras, trajes naranjas y cascos"
Me gustan por sobre todo las personas que se apasionan. La verdadera diferencia radica en eso, en esos que pierden la cabeza y no pueden especular en si conviene o no.
Después del Museo pasé por la casa de Pietro que cumplía 94 y cuando llego me encuentro con la casa toda pintada de colores, hasta dudé de que era la casa de él. Cuando entro su hijo me dijo "en una semana hice todo, quería dejarla linda para el cumple del viejo". En los dos casos veía una fuerza que movía a todos los que estábamos cerca.
Cuando veía Fama tenía una experiencia corporal que me tomaba toda. Era una emoción tan grande escuchar la música de la presentación que me ponía a saltar tipo Leroy (el negro) tratando de abrir las piernas 180 grados en el aire pero en el impulso me llevaba puesto el aparador o la pared según el ángulo. Creo que si sumamos en el pasado todo ese efecto apasionador veremos el rasto indeleble que nos dejó. Busco incansablemente conectarme con esa parte, como una cicatriz que no cicatriza.

2 comentarios:

Ana Miravalles dijo...

que haya o no esa pasión es, como me explicó apasionadamente un pariente científico que tengo, como la diferencia entre el 0 y el 1.

Natalia Martirena dijo...

un pariente genial por cierto!!!