Ofelia de Heiner Müller hace ruido.
Me gusta una danza con ruidos aunque para ciertas estéticas suponga una imperfección.
Quiero explorar los ruidos de mi cuerpo y hacer lugar con ellos.No quiero una danza etérea y silenciosa. Mis huesos crujen cada vez que se mueven. Mi respiración acelerada dice que ya no tengo 20 años. Ruidos vivos.
Acá va el monólogo de Müller:
Yo soy Ofelia. La que el río no retuvo. La mujer con la soga al cuello. La mujer con las venas rotas. La mujer de la sobredosis EN LOS LABIOS NIEVE La mujer con la cabeza metida en el horno. Ayer dejé de matarme. Rompo las herramientas de mi cárcel la silla, la mesa, la cama. Destruyo el campo de batalla que fue mi hogar. Arranco las puertas, para que el viento y el grito del mundo puedan entrar. Destrozo la ventana. Con las manos ensangrentadas rompo las fotografías de los hombres que amé y que me utilizaron en la cama, la mesa, la silla. Prendo fuego a mi prisión. Tiro mis vestidos al fuego. Arranco de mi pecho el reloj que fue mi corazón. Salgo a la calle, vestida con mi propia sangre.
(...)
Me gusta una danza con ruidos aunque para ciertas estéticas suponga una imperfección.
Quiero explorar los ruidos de mi cuerpo y hacer lugar con ellos.No quiero una danza etérea y silenciosa. Mis huesos crujen cada vez que se mueven. Mi respiración acelerada dice que ya no tengo 20 años. Ruidos vivos.
Acá va el monólogo de Müller:
Yo soy Ofelia. La que el río no retuvo. La mujer con la soga al cuello. La mujer con las venas rotas. La mujer de la sobredosis EN LOS LABIOS NIEVE La mujer con la cabeza metida en el horno. Ayer dejé de matarme. Rompo las herramientas de mi cárcel la silla, la mesa, la cama. Destruyo el campo de batalla que fue mi hogar. Arranco las puertas, para que el viento y el grito del mundo puedan entrar. Destrozo la ventana. Con las manos ensangrentadas rompo las fotografías de los hombres que amé y que me utilizaron en la cama, la mesa, la silla. Prendo fuego a mi prisión. Tiro mis vestidos al fuego. Arranco de mi pecho el reloj que fue mi corazón. Salgo a la calle, vestida con mi propia sangre.
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6 comentarios:
>>>>cargadísimo de sentimiento
>>>>tan femenino como la sangre misma
salute
Me encantó...la muerte en la vida, volviendo al abjecto: nuestra parte mas femenina tal cual. La danza de la vida y la muerte...
dramatico y liberador, bravo. bravo de crudo, no de bravo aplausos y etc.
pasional
Este monologo lo vi hace 10 años en la obra de Maquina Hamlet del grupo Periferico de objetos y no puedo olvidarlo casi una obsesión!
La verdad, la circularidad .. en el momento en que una mas sola se siente, ahi aparece ...
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